A la hora de
elegir la iluminación, debemos tener en cuenta el espacio a iluminar. No
elegiremos ni distribuiremos las lámparas de la misma manera en casa que en un
negocio. En los hogares, el objetivo es conseguir una iluminación funcional y
adaptada a cada habitación. En cambio, en los negocios, más allá de iluminar el
espacio, debemos elegir una iluminación que cree efectos y llama la atención de
los clientes o visitantes. De alguna manera debe iluminar a la vez que decorar
y crear un ambiente agradable. Una forma de combinar la funcionalidad y la
originalidad en la iluminación de negocios es mediante la iluminación por capas. Cada vez más comercios utilizan este tipo de
iluminación ya que será capaz de crear un ambiente
acogedor y agradable, pero sobre todo será capaz de atraer a la gente.
El secreto de
la iluminación por capas lo encontramos en la iluminación
LED. Y lo mejor de todo es que podrás realizar estos proyectos tanto
para la iluminación general como para la puntual o por áreas. Si estás montando
un negocio, desde Lámparas Lidia te recomendamos la iluminación por capas. Esto
significa huir de las luces ubicadas en el techo e instaladas de forma dispersa
ya que producen un efecto frío y nada cálido. En cambio, con la iluminación por
capas podrás conseguir diferentes
efectos según el momento o el tipo de negocio.
Características de la iluminación por capas
Independientemente
del negocio que tengas, apuesta por este tipo de iluminación. Esta técnica
consiste en combinar varias capas de luz
dentro de un mismo espacio. Para conseguirlo, se suele seleccionar cuatro capas
de luces ubicadas estratégicamente con el objetivo de lograr una iluminación
equilibrada, pero sin perder la personalidad y el atractivo del espacio.
En total,
existen cuatro capas de iluminación las cuales tendrán distintos propósitos:
- La primera capa corresponde a la luz natural. Evidentemente, no se puede controlar. A pesar de ello, se debe aprovechar al máximo la luz natural que entrará al interior del negocio mediante las ventanas o claraboyas. A partir de la intensidad y la cantidad de luz natural que entre al interior, se diseñará la ubicación y la distribución del resto de las capas.
- La segunda capa es la luz general. El objetivo es iluminar correctamente toda la superficie dando uniformidad y amplitud visual al espacio. Es esencial elegir lumínicas potentes para conseguir una buena iluminación.
- La tercera capa es la iluminación puntual que se caracteriza por ser brillante y decorativa. Su función es llamar la atención de los clientes hacía un punto concreto como puede ser el escaparate, un elemento arquitectónico del interior o un producto concreto. Este tipo de iluminación se usa mucho en las tiendas de ropa. Para conseguirlo se suele usar focos orientales, luces de suelo e incluso cintas autoadhesivas LED.
- Por último, la cuarta capa tiene que ver con la luz de tarea cuya función principal es facilitar la concentración en una acción específica como puede ser leer, estudiar o trabajar. Se trata de reducir el esfuerzo que hace la vista. Debe proporcionar una buena iluminación, pero sin deslumbramientos. Este tipo de iluminación la encontrarás sobre todo en los escritorios.