¿Cuándo
ha sido la última vez que limpiaste las lámparas? Quizás ni te acuerdes, pero
tranquilo porque son las grandes olvidadas del hogar. Cuando limpiamos la casa,
nos olvidamos por completo de quitar el polvo a nuestras lámparas colgantes. Es un error que
cometemos sin darnos cuenta que acumulan gran cantidad de suciedad, polvo e incluso telarañas. La limpieza de las
lámparas es fundamental no solo para que estén limpias sino para alargar su
vida útil. Es importante para su mantenimiento.
Cuando
las lámparas acumulan polvo tanto en las bombillas como en las pantallas,
notarás menos intensidad lumínica. Para evitar esta situación, deberás limpiar una vez por semana tus lámparas
ya sea colgantes, de sobremesa o de piel. No tardarás mucho tiempo. Además, es
una tarea sencilla. Es importante que recuerdes que cada lámpara necesita un
cuidado especifico, es decir, no todas se limpian de la misma manera. Influirá
mucho el material con el que estén hechas. En Lámparas
Lidia queremos explicaros como se deben limpiar las lámparas colgantes de cristal. Presta atención a
nuestros consejos y conseguirás mantenerla como el primer día.
Lámparas de cristal ¿cómo limpiarlas?
Para
limpiar una lámpara de cristal solo necesitarás agua y amoniaco. Con estos dos productos conseguirás eliminar toda
la suciedad de una forma rápida y eficaz. Deberás mezclar en un recipiente con pulverizador. Echa un
chorro de amoniaco y el resto de agua. Antes de aplicarlo, agita la mezcla.
Recuerda proteger el suelo con un trozo de tela vieja, con cartones o con
plásticos. Así evitarás estropear el suelo cuando comience a gotear la lámpara.
Si la lámpara de cristal tiene pantallas, deberás protegerlas antes de
pulverizar la misma.
Protegido
y cubierto todo, podrás comenzar a pulverizar la lámpara. Ten cuidado con las
bombillas y con la zona de electricidad. Con ello queremos decir que pulverices
la lámpara de cristal, pero con cuidado. De forma tranquila y precisa. Una vez
que pulverices, deja que actúe la mezcla. Poco a poco verás que va cayendo la
suciedad. Las gotas que caerán serán oscuras precisamente del polvo y la
suciedad acumulada. Pasado unos minutos, entre 5 y 10, echa agua caliente (del grifo, no hace falta calentar) con la ayuda de un pulverizador.
Después, deja que se seque sola. Tu lámpara quedará impecable, como recién comprada.
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gustan las lámparas colgantes de cristal? ¿Quieres comprar una lámpara de
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calidad. Podrás encontrar diferentes diseños y modelos. Entra en nuestra web y
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